Los terpenos son tus amigos
Ese delicioso aroma, a veces cítrico, a veces frutal, otras veces más amaderado que despide la yerba seca, es un verdadero goce para los sentidos.
La fragancia del cannabis cautiva a los humanos occidentales desde que el historiador griego, Heródoto, visitó pueblos escitas y describió cómo quemaban la planta del cáñamo y se “bañaban” con sus vapores, mientras “gritaban de placer”.

No es de extrañarse. El perfume del cannabis presenta tantas posibilidades como cepas, suelos y climas donde puede plantarse.
Dicho aroma se debe a un compuesto químico llamado terpeno, moléculas que transportan a nuestros receptores olfativos hacia campiñas frescas, campos de limoneros u hogueras de sándalo.
Una cepa llamada Tutti Frutti, que disfruto mientras escribo estas líneas, contiene varios tipos de terpenos, específicamente linalol y mirceno.

Estos terpenos le otorgan un sabor fresco, dulce hasta el éxtasis, asimilable a los frutos de hueso como la cereza y la ciruela, pero también a la fresa y la naranja. La fragancia de esta cepa es muy fácilmente reconocible.
Si has tenido la oportunidad de probar diferentes flores, lo más probable es que hayas descubierto olores y sabores parecidos al lúpulo, al mango, la lavanda o la pimienta. Todo este espectro maravilloso se explica por el mismo compuesto aromático de la mayoría de las plantas: los terpenos.
Su función es, en esencia, la de atraer polinizadores y repeler depredadores. Una abeja, un abejorro o colibrí, se sentirán atraídos por el incomparable sabor y aroma de una planta que se perfume a conciencia.
En efecto, este mecanismo constituye un lenguaje químico que los humanos no entendemos del todo. Lo que sí sabemos es que hay cientos de diferentes terpenos y cada uno produce diferentes efectos en el cuerpo.
La aromaterapia y ciertas plantas medicinales deben su poder curador a estos compuestos químicos. El cannabis está repleto de ellos, y de estos depende, además de su balance de cannabinoides, qué efectos psicoactivos y medicinales tendrá.
Subidón con extra de aromas
La combinación de ciertas plantas, ricas en terpenos específicos como el mirceno, pueden potenciar los efectos del THC. Desde hace algunos años se habla del efecto del mango, ingerido antes de fumar, como amplificador del colocón.

Sin embargo, el mango no es la fuente más óptima para consumir mirceno. El aceite esencial de lúpulo, o la infusión de Cymbopogon citratus, son formas más biodisponibles de aprovechar el efecto curativo de la naturaleza.