El cannabis será medicina en Argentina
Desde el 11 de noviembre del 2020 se podrá comprar en la Argentina preparados medicinales a base de cannabis.
Así lo dicta el Boletín Oficial, en una regulación que lleva la firma del presidente kirchnerista Alberto Fernández.
Antes de esta reforma, tener plantas en casa podía acarrear penas de prisión de hasta 15 años, sin tomar en cuenta tamaño de la plantación, uso medicinal y terapéutico, enfermedad terminal o grave, con la única excepción de la esclerosis refractaria.
El uso medicinal del cannabis comprende potenciales comprobados, como el tratamiento del dolor crónico y el glaucoma; y otros por descubrir, como sus posibilidades de tratamiento del cáncer, la ansiedad, la depresión y el Síndrome de Estrés Postraumático.
Ahora, los ciudadanos argentinos que busquen aliviar sus dolencias sólo tendrán que registrarse en el Reprocann, conseguir una prescripción médica y firmar un consentimiento.

Su distribución pretende tomar en cuenta la producción pública y las carencias en la cobertura médica, por lo que será producido y administrado por la red estatal sanitaria, a través del Banco Nacional de Drogas Oncológicas y farmacias.
Las organizaciones cannábicas han celebrado la medida. Desde hace décadas viene formándose un denso entramado de organizaciones civiles que abogan por la legalización del cannabis, con diversos enfoques.
Dentro de este conglomerado de activistas destaca Mamá Cultiva, una ONG con base en el país rioplatense centrada en el uso terapéutico. Describen la llegada de esta legislación como “quitarse una mochila de cien kilos”. No es en balde. Su militancia por el autocultivo ha sido fructífera.